1. Cuando los enemigos de Judá y de Benjamín supieron que los que habían vuelto del destierro estaban reconstruyendo el templo del Señor, Dios de Israel,
2. fueron a ver a Zorobabel y a Josué y a los jefes de familia, y les dijeron:—Permitan ustedes que les ayudemos en la construcción, porque nosotros, como ustedes, también hemos recurrido a su Dios y le hemos ofrecido sacrificios desde el tiempo de Esarhadón, rey de Asiria, que nos trajo hasta aquí.