1. Ustedes, amos, sean justos y razonables con sus esclavos. Acuérdense de que también ustedes tienen un Señor en el cielo.
2. Manténganse constantes en la oración, siempre alerta y dando gracias a Dios.
3. Oren también por nosotros, a fin de que el Señor nos abra las puertas para predicar el mensaje y anunciar el designio secreto de Cristo, pues por eso estoy preso.
4. Oren para que yo lo dé a conocer tan claramente como debo hacerlo.
5. Compórtense sabiamente con los no creyentes, y aprovechen bien el tiempo.
6. Su conversación debe ser siempre agradable y de buen gusto, y deben saber también cómo contestar a cada uno.
7. Nuestro querido hermano Tíquico, que ha sido un fiel ayudante y que ha servido al Señor conmigo, les llevará noticias mías.
8. Por esto lo envío a ustedes, para que les diga cómo estamos y los anime.