15. Así que, hermanos, sigan firmes y no se olviden de las tradiciones que les hemos enseñado personalmente y por carta.
16. Que nuestro Señor Jesucristo mismo, y Dios nuestro Padre, que nos ha amado y nos ha dado consuelo eterno y esperanza gracias a su bondad,
17. anime sus corazones y los mantenga a ustedes constantes en hacer y decir siempre lo bueno.