12. Ella le respondió:—No, hermano mío, no me deshonres, porque esto no se hace en Israel. ¡No cometas tal infamia!
13. ¿A dónde podría ir yo con mi vergüenza? Y por lo que a ti toca, serías considerado en Israel como un necio. Te ruego que hables con el rey, que él no se opondrá a que yo sea tuya.
14. Amnón no quiso hacerle caso, y como era más fuerte que Tamar, la forzó y se acostó con ella.
15. Pero fue tal el odio que Amnón sintió después hacia ella, que terminó aborreciéndola más de lo que la había amado. Así que le ordenó:—Levántate y vete.