21. y le diré a mi criado: “Ve a buscar las flechas.” Si le digo: “Las flechas están más acá de ti; anda, tómalas”, podrás salir tranquilo, porque nada te va a pasar. Te lo juro por el Señor.
22. Pero si le digo: “Las flechas están más allá”, vete, porque el Señor quiere que te vayas.
23. En cuanto a la promesa que nos hemos hecho, el Señor es nuestro testigo para siempre.
24. David se escondió en el campo, y cuando llegó la fiesta de luna nueva, el rey se sentó a la mesa para comer.