26. Entonces David preguntó a los que estaban a su lado:—¿Qué darán al hombre que mate a este filisteo y borre esta ofensa de Israel? Porque, ¿quién es este filisteo pagano para desafiar así al ejército del Dios viviente?
27. Ellos respondieron lo mismo que antes habían dicho, en cuanto a lo que le darían a quien matara a Goliat.
28. Pero Eliab, el hermano mayor de David, que le había oído hablar con aquellos hombres, se enfureció con él y le dijo:—¿A qué has venido aquí? ¿Con quién dejaste esas cuantas ovejas que están en el desierto? Yo conozco tu atrevimiento y tus malas intenciones, porque has venido sólo para poder ver la batalla.
29. —¿Y qué he hecho ahora —contestó David—, si apenas he hablado?
30. Luego se apartó de su hermano, y al preguntarle a otro, recibió la misma respuesta.