40. Entonces Elías les dijo:—¡Atrapen a los profetas de Baal! ¡Que no escape ninguno!La gente los atrapó, y Elías los llevó al arroyo Quisón y allí los degolló.
41. Después Elías dijo a Ahab:—Vete a comer y beber, porque ya se oye el ruido del aguacero.
42. Ahab se fue a comer y beber. Pero Elías subió a lo alto del monte Carmelo y, arrodillándose en el suelo, se inclinó hasta poner la cara entre las rodillas,