29. El rey hizo entonces el siguiente juramento:—Juro por el Señor, que me ha librado de toda angustia,
30. que lo que te juré por el Señor, el Dios de Israel, te lo cumpliré hoy mismo: tu hijo Salomón subirá al trono en mi lugar y reinará después de mí.
31. Betsabé se inclinó ante el rey hasta tocar el suelo con la frente, y exclamó:—¡Viva para siempre mi señor, el rey David!
32. Luego el rey David ordenó que llamaran al sacerdote Sadoc, al profeta Natán y a Benaías, hijo de Joiadá. Cuando éstos se presentaron ante el rey,