9. Porque esta es la promesa que Dios hizo a Abraham: “Por este tiempo volveré, y Sara tendrá un hijo.”
10. Pero eso no es todo. Los dos hijos de Rebeca lo fueron de un mismo padre, nuestro antepasado Isaac,
14. ¿Diremos por esto que Dios es injusto? ¡De ninguna manera!
15. Porque Dios dijo a Moisés: “Tendré misericordia de quien yo quiera tenerla y tendré compasión de quien bien me parezca.”
16. Así pues, no depende de que el hombre quiera o se esfuerce, sino de que Dios tenga compasión.
17. En la Escritura, Dios le dice al faraón: “Te hice rey precisamente para mostrar en ti mi poder, y para darme a conocer en toda la tierra.”
18. De modo que Dios tiene compasión de quien él quiere tenerla y endurece el corazón a quien quiere endurecérselo.
19. Quizá tú me dirás: “Siendo así, ¿de qué va a culpar Dios al hombre, si nadie puede oponerse a su voluntad?”