25. Por eso tuve miedo; así que fui y escondí tu dinero en la tierra. Aquí tienes lo que es tuyo.’
26. El amo le contestó: ‘Tú eres un criado malo y holgazán. Puesto que sabías que yo cosecho donde no sembré y recojo donde no esparcí,
27. debías haber llevado mi dinero al banco, y yo, a mi regreso, lo habría recibido junto con los intereses.’
28. Y dijo a los que allí estaban: ‘Quitadle a este las mil monedas y dádselas al que tiene diez mil.