10. Cuando les tocó el turno a los que habían entrado primero, pensaron que recibirían más; pero cada uno de ellos recibió también el salario de un día.
11. Al cobrarlo, comenzaron a murmurar contra el dueño.
12. Decían: ‘A estos, que llegaron al final y trabajaron solamente una hora, les has pagado igual que a nosotros, que hemos soportado el trabajo y el calor de todo el día.’
13. Pero el dueño contestó a uno de ellos: ‘Amigo, no te estoy tratando injustamente. ¿Acaso no acordaste conmigo recibir el salario de un día?
14. Pues toma tu paga y vete. Si a mí me parece bien dar a este que entró a trabajar al final lo mismo que te doy a ti,
15. es porque tengo el derecho de hacer lo que quiera con mi dinero. ¿O quizá te da envidia el que yo sea bondadoso?’