35. Algunos de los que allí se encontraban lo oyeron y dijeron:–Oíd, está llamando al profeta Elías.
36. Entonces uno de ellos corrió, empapó una esponja en vino agrio, la ató a una caña y se la acercó a Jesús para que bebiera, diciendo:–Dejadle, a ver si viene Elías a bajarle de la cruz.
37. Pero Jesús dio un fuerte grito y murió.