30. Os aseguro que todo ello sucederá antes que haya muerto la gente de este tiempo.
31. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
32. “En cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni aun los ángeles del cielo, ni el Hijo. Solamente lo sabe el Padre.
33. “Por tanto, permaneced despiertos y vigilantes, porque no sabéis cuándo llegará el momento.