19. Y aunque el Señor acompañaba a los de Judá y ellos pudieron conquistar las montañas, no pudieron echar de los llanos a los que allí vivían, porque estos tenían carros de hierro.
20. A Caleb le tocó Hebrón, tal como Moisés se lo había prometido, y Caleb desalojó a los tres hijos de Anac.
21. Pero los de la tribu de Benjamín no pudieron echar de Jerusalén a los jebuseos que allí vivían. Por eso, hasta el día de hoy, los jebuseos y los de la tribu de Benjamín siguen viviendo juntos en Jerusalén.
22-23. Los de las tribus de José decidieron atacar Betel, ciudad que antes se llamaba Luz, y mandaron espías allá. El Señor los ayudaba.