7. Por eso Josué circuncidó a los hijos de aquellos hombres, es decir, a los que el Señor había puesto en lugar de ellos, los cuales no habían sido circuncidados antes porque estaban de camino.
8. Cuando ya todos estuvieron circuncidados, se quedaron descansando en el campamento hasta que sanaron.
9. Entonces el Señor dijo a Josué: “Con esta circuncisión os he quitado la vergüenza de los egipcios.” Por esta razón, aquel lugar todavía se llama Guilgal.
10. Los israelitas acamparon en Guilgal, y el día catorce del mes, por la tarde, celebraron la Pascua en los llanos de Jericó.
11. Aquel mismo día comieron panes sin levadura, y trigo tostado, pero al día siguiente comieron ya de lo que la tierra producía.
12. Desde entonces no volvió a haber maná, así que los israelitas se alimentaron aquel año de lo que producía la tierra de Canaán.
13. Un día, estando Josué cerca de Jericó, vio delante de sí a un hombre con una espada en la mano. Josué se le acercó y le preguntó:–¿Eres de los nuestros o de nuestros enemigos?
14. –Ni lo uno ni lo otro –contestó el hombre–. Vengo como jefe del ejército del Señor.Entonces Josué, inclinándose hasta tocar el suelo con la frente, le preguntó:–¿Qué manda mi Señor a este siervo suyo?
15. El jefe del ejército del Señor le contestó:–Descálzate, porque el lugar donde estás es sagrado.Josué le obedeció.