24. La verdad es que lo hicimos porque no queremos que algún día vuestros hijos digan a los nuestros: ‘¿Qué tenéis que ver vosotros con el Señor y Dios de Israel?
25. El Señor ha puesto el Jordán para separarnos de vosotros, los de las tribus de Rubén y de Gad. Vosotros no tenéis nada que ver con el Señor.’ Así vuestros hijos harían que los nuestros dejaran de sentir reverencia por el Señor.
26. Por eso pensamos construir un altar, no para ofrecer holocaustos al Señor ni presentar otros sacrificios,
27. sino para que sea un testimonio entre vosotros y nosotros, y entre nuestros descendientes, de que nosotros podemos servir al Señor y presentarnos ante él con nuestros holocaustos y con nuestros sacrificios por el pecado y de reconciliación. Así vuestros descendientes no podrán decir a los nuestros: ‘Vosotros no tenéis nada que ver con el Señor.’