5. Cada uno se burla del otroy no hay quien diga la verdad.Se han acostumbrado a mentir;son perversos, incapaces
6. de cambiar.El Señor afirma:“¡Atropello tras atropello,falsedad tras falsedad!Mi pueblo no quiere reconocerme.
7. Por eso yo, el Señor todopoderoso, digo:¿Qué otra cosa puedo hacer con mi pueblo,sino ponerlo al fuego para refinarlo?
8. Sus lenguas son flechas mortales;andan diciendo falsedades.Saludan cordialmente a sus amigos,pero en realidad les están tendiendo trampas.
9. ¿Y no los he de castigar por estas cosas?¿No he de dar su merecido a un pueblo así?Yo, el Señor, lo afirmo.