28. Sabed, pues, que de ahora en adelante esta salvación de Dios se ofrece a los no judíos, y ellos sí escucharán.
30. Pablo permaneció dos años enteros en la casa que tenía alquilada, donde recibía a cuantos iban a verle.
31. Con toda libertad anunciaba el reino de Dios, y enseñaba acerca del Señor Jesucristo sin que nadie se lo estorbara.