18. Por eso, también el primer pacto se estableció con derramamiento de sangre.
19. Moisés anunció todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo; después tomó lana roja y una rama de hisopo, las mojó en la sangre de los becerros y los chivos mezclada con agua, y roció el libro de la ley y a todo el pueblo.
20. Entonces les dijo: “Esta es la sangre que confirma el pacto ordenado por Dios para vosotros.”
21. Moisés roció también con sangre el santuario y todos los objetos reservados para el culto.
22. Según la ley, casi todo tiene que ser purificado con sangre, y no hay perdón de pecados si no hay derramamiento de sangre.
23. De manera que tales sacrificios eran necesarios para purificar las cosas que son copia de lo celestial; pero las cosas propiamente celestiales necesitan mejores sacrificios que aquellos.