12. pero dijo:–Bueno, vámonos de aquí. Yo iré delante de ti.
13. Y Jacob respondió:–Querido hermano, tú sabes que los niños son débiles, y que debo pensar en las ovejas y en las vacas paridas; si se las cansa, en un solo día pueden morir todas las ovejas.
14. Es mejor que tú te adelantes a este servidor tuyo; yo iré poco a poco, al paso de los animales que van delante de mí, y al paso de los niños, hasta reunirme contigo en Seír.
15. –Bueno –dijo Esaú–, permíteme dejarte algunos hombres de los que vienen conmigo.Pero Jacob contestó:–¡No, por favor! ¿Para qué te molestas?
16. Aquel mismo día regresó Esaú a Seír.
17. Jacob, en cambio, se fue a Sucot, donde hizo una casa para él y unas enramadas para sus animales. Por eso, a aquel lugar lo llamó Sucot.
18. Cuando Jacob vino de Padán-aram, llegó sano y salvo a Canaán y acampó frente a la ciudad de Siquem.