Génesis 31:17-18-27 Dios Habla Hoy Versión Española (DHHE)

2. También Jacob se fijó en que Labán ya no le miraba con buenos ojos, como antes.

3. Entonces el Señor dijo a Jacob: “Regresa a la tierra de tus padres, donde están tus parientes, y yo te acompañaré.”

4. Jacob mandó llamar a Raquel y a Lía, para que vinieran al campo donde estaba él con sus ovejas,

5. y les dijo:–Me he dado cuenta de que vuestro padre ya no me trata igual que antes; pero el Dios de mi padre siempre me ha acompañado.

6. Sabéis muy bien que yo he trabajado para vuestro padre lo mejor que he podido,

7. y que él me ha engañado y continuamente me ha cambiado el salario. Sin embargo, Dios no le ha dejado hacerme ningún mal;

8. al contrario, cuando él decía: ‘Te voy a pagar con los animales manchados’, todas las hembras tenían crías manchadas; y cuando decía: ‘Te voy a pagar con los rayados’, entonces todas tenían crías rayadas.

9. Así fue como Dios le quitó sus animales para dármelos a mí.

17-18. Jacob se preparó para regresar a Canaán, donde vivía su padre Isaac. Hizo montar a sus hijos y a sus mujeres en los camellos, tomó todo lo que tenía y se puso en camino con todos los animales que había recibido por su trabajo en Padán-aram.

19. Mientras Labán estaba en otra parte, trasquilando sus ovejas, Raquel le robó los ídolos familiares.

20. Así fue como Jacob engañó a Labán el arameo, no diciéndole que se iba.

21. Escapó con todo lo que tenía. Muy pronto cruzó el río Éufrates, y siguió adelante hacia los montes de Galaad.

22. Tres días después, Labán supo que Jacob se había escapado.

23. Entonces, acompañado de sus parientes, salió a perseguirle, y siete días después le alcanzó en los montes de Galaad.

24. Pero aquella noche Dios se apareció a Labán el arameo en un sueño, y le dijo: “Escucha, no hables a Jacob con brusquedad.”

25. Labán alcanzó a Jacob en los montes de Galaad, donde Jacob había acampado. Allí mismo acampó Labán con sus parientes,

26. y reclamó a Jacob:–¿Qué has hecho? ¿Por qué me engañaste? ¡Has traído a mis hijas como si fueran prisioneras de guerra!

27. ¿Por qué me engañaste y escapaste a escondidas, sin decirme nada? De haberlo sabido, yo te habría despedido con alegría y con música de tambores y de arpa.

Génesis 31