23. El Señor se dirigió a mí y me dijo:
24. “La gente que vive en esas ciudades de Israel que están en ruinas, anda diciendo: ‘Abraham era uno solo y, sin embargo, llegó a ser dueño del país; con mayor razón nosotros, que somos muchos, llegaremos a ser dueños del país.’
25. Por lo tanto, diles: ‘Así dice el Señor: Vosotros coméis carne con sangre, adoráis ídolos y cometéis asesinatos, ¿y creéis que vais a ser dueños del país?
26. Recurrís a la violencia de las armas, hacéis cosas que yo detesto, todos cometéis adulterio, ¿y creéis que vais a ser dueños del país?’