56. Tú te burlabas del castigo de tu hermana Sodoma, cuando te sentías tan orgullosa
57. y todavía no se había puesto al descubierto tu maldad; pero ahora las ciudades edomitas y filisteas, todas tus vecinas, te insultan. ¡Todo el mundo te desprecia!
58. Ahora tienes que soportar el castigo de tus acciones malas y detestables. Yo, el Señor, lo afirmo.
59. ‘Yo, el Señor, digo: Te voy a dar tu merecido, pues faltaste a tu juramento y no cumpliste el pacto.
60. Pero yo sí me acordaré del pacto que hice contigo cuando eras joven, y haré contigo un pacto eterno.