7. Asuero se levantó lleno de ira y, abandonando la sala donde estaban celebrando el banquete, salió al jardín del palacio. Pero Amán, dándose cuenta de que el rey había resuelto condenarlo a muerte, se quedó en la sala para rogar a la reina Ester que le salvara la vida.
10. Y así Amán fue colgado en la misma horca que había preparado para Mardoqueo. Con eso se calmó la ira del rey.