34. Aquel mismo día se pesó y contó todo, y se tomó nota de la carga.
35. Después, los desterrados que volvieron del exilio entregaron, para los holocaustos al Dios de Israel y en nombre de todos los israelitas, doce becerros, noventa y seis carneros, setenta y siete corderos y doce chivos para la ofrenda por el pecado. Todos fueron quemados en honor del Señor.
36. Luego entregaron la orden del rey a las autoridades del reino y a los gobernadores de la provincia al oeste del río Éufrates, los cuales apoyaron al pueblo y al templo de Dios.