15. ¡No se puede enderezar lo torcido ni hacer cuentas con lo que no se tiene!
16-17. Entonces me dije a mí mismo: “Aquí estoy yo, hecho un gran personaje, más sabio que cuantos antes de mí reinaron en Jerusalén; entregado por completo a profundizar en la sabiduría y el conocimiento y en la estupidez y la necedad, tan solo para darme cuenta de que también esto es querer atrapar el viento.”
18. En realidad, a mayor sabiduría, mayores molestias; cuanto más se sabe, más se sufre.