12. Sus ojos brillaban como llamas de fuego, llevaba en la cabeza muchas coronas y tenía un nombre escrito que solo él conocía.
13. Iba vestido con ropa teñida de sangre, y su nombre era La Palabra de Dios.
14. Le seguían los ejércitos del cielo, vestidos de lino blanco y puro y montados en caballos blancos.