26. Entonces Absalón dijo:–Si eso no es posible, permita al menos Su Majestad que nos acompañe mi hermano Amnón.–¿Y por qué quieres que te acompañe Amnón? –preguntó el rey.
27. Pero Absalón insistió tanto, que el rey permitió que Amnón y sus demás hijos fueran con él.Absalón había preparado un banquete digno de un rey,
28. y había ordenado a sus criados: “Fijaos bien cuando a Amnón ya se le haya subido el vino, y cuando yo os diga que lo matéis, matadlo. No tengáis miedo de hacerlo, pues son órdenes mías. Así que tened ánimo y valor.”