5. –¿Y cómo sabes que Saúl y su hijo Jonatán han muerto? –preguntó David al criado que le había traído la noticia.
6. Este respondió:–Pues casualmente estaba yo en el monte Guilboa, y vi a Saúl apoyándose en su lanza, y a los carros de combate y la caballería enemiga a punto de alcanzarle.
7. En ese momento él miró hacia atrás, y al verme, me llamó. Yo me puse a sus órdenes.
8. Luego me preguntó quién era yo, y le respondí que era un amalecita.