3. pero si alguien ama a Dios, Dios le conoce a él.
4. En cuanto, pues, a comer carne ofrecida en sacrificio a los ídolos, bien sabemos que un ídolo no tiene valor alguno en el mundo, y que solamente hay un Dios.
5. Pues aunque en el cielo y en la tierra existieran los llamados dioses (y en este sentido hay muchos dioses y muchos señores),