4. Y empezaron a decirse unos a otros: “¡Pongamos a uno como jefe y volvamos a Egipto!”
5. Moisés y Aarón se inclinaron hasta tocar el suelo con la frente delante de todo el pueblo,
6. y Josué y Caleb, que habían estado explorando el país, se rasgaron la ropa en señal de dolor
7. y dijeron a todos los israelitas:–¡La tierra que fuimos a explorar es excelente!
8. Si el Señor nos favorece, nos ayudará a entrar en esa tierra y nos la dará. Es un país donde la leche y la miel corren como el agua.
9. Pero no os rebeléis contra el Señor ni tengáis miedo a la gente de ese país, porque ellos van a ser pan comido para nosotros; a ellos no hay quien los proteja, mientras que nosotros tenemos de nuestra parte al Señor. ¡No tengáis miedo!
36-37. En cuanto a los hombres que Moisés había enviado a explorar el país y que al volver dieron tan malos informes, haciendo que la gente murmurara, el Señor los hizo caer muertos.
38. De todos ellos, solo Josué y Caleb quedaron con vida.
39. Cuando Moisés contó a los israelitas lo que el Señor había dicho, todos ellos se pusieron muy tristes.
40. A la mañana siguiente se levantaron temprano, subieron a la parte alta de la región montañosa y dijeron:–¡Ya estamos aquí! Vayamos al lugar que el Señor nos ha prometido, pues en verdad hemos pecado.
41. Pero Moisés les dijo:–¿Por qué desobedecéis las órdenes del Señor? ¡Ese intento va a fracasar!
42. No sigáis adelante, porque el Señor no está con vosotros. Vuestros enemigos os van a derrotar.
43. Allá delante os esperan los amalecitas y los cananeos, para pelear con vosotros y mataros. Y puesto que habéis abandonado al Señor, él ya no está con vosotros.
44. Ellos, sin embargo, se empeñaron en subir a la parte alta de la región montañosa; pero ni el arca del pacto del Señor ni Moisés se movieron del campamento.
45. Entonces salieron los amalecitas y los cananeos que vivían en la región, y persiguieron a los israelitas hasta Hormá, derrotándolos completamente.