Lucas 8:14-28 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

14. La semilla que cayó entre espinos representa a los que oyen, pero poco a poco se dejan ahogar por las preocupaciones, las riquezas y los placeres, de modo que no llegan a dar fruto.

15. Pero la semilla que cayó en buena tierra representa a las personas que con corazón bueno y dispuesto oyen el mensaje y lo guardan, y permaneciendo firmes dan una buena cosecha.

16. “Nadie enciende una lámpara para taparla con una olla o ponerla debajo de la cama, sino que la pone en alto para que tengan luz los que entran.

17. De la misma manera, no hay nada escondido que no llegue a descubrirse ni nada secreto que no llegue a conocerse y ponerse en claro.

18. “Así que oíd bien, pues al que tiene se le dará más; pero al que no tiene, hasta lo poco que cree tener se le quitará.”

19. La madre y los hermanos de Jesús acudieron a donde él estaba, pero no pudieron acercársele porque había mucha gente.

20. Alguien avisó a Jesús:–Tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren verte.

21. Él contestó:–Los que oyen el mensaje de Dios y lo ponen en práctica, esos son mi madre y mis hermanos.

22. Un día, Jesús entró en una barca con sus discípulos y les dijo:–Pasemos a la otra orilla del lago.Partieron, pues,

23. y mientras cruzaban el lago, Jesús se quedó dormido. De pronto se desató una fuerte tormenta de viento sobre el lago; la barca se llenaba de agua y corrían peligro de hundirse.

24. Fueron a despertar a Jesús, diciéndole:–¡Maestro, Maestro, nos estamos hundiendo!Jesús se levantó, dio una orden al viento y a las olas y todo se calmó y quedó tranquilo.

25. Después dijo a sus discípulos:–¿Qué pasa con vuestra fe?Pero ellos, asustados y asombrados, se preguntaban unos a otros:–¿Quién es este, que da órdenes al viento y al agua y le obedecen?

26. Por fin llegaron a la tierra de Gerasa, que está al otro lado del lago, frente a Galilea.

27. Al bajar Jesús a tierra, un hombre que estaba endemoniado salió del pueblo y se le acercó. Hacía mucho tiempo que andaba sin ropas y que no vivía en una casa, sino entre las tumbas.

28. Cuando vio a Jesús, cayó de rodillas delante de él gritando:–¡No te metas conmigo, Jesús, Hijo del Dios altísimo! ¡Te ruego que no me atormentes!

Lucas 8