Lucas 4:17-35 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

17. Le dieron a leer el libro del profeta Isaías, y al abrirlo encontró el lugar donde estaba escrito:

18. “El Espíritu del Señor está sobre mí,porque me ha consagradopara llevar la buena noticia a los pobres;me ha enviado a anunciar libertad a los presosy a dar vista a los ciegos;a poner en libertad a los oprimidos;

19. a anunciar el año favorable del Señor.”

20. Luego Jesús cerró el libro, lo dio al ayudante de la sinagoga y se sentó. Todos los presentes le miraban atentamente.

21. Él comenzó a hablar, diciendo:–Hoy mismo se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros.

22. Todos hablaban bien de Jesús y estaban admirados de la belleza de su palabra. Se preguntaban:–¿No es este el hijo de José?

23. Jesús les respondió:–Seguramente me aplicaréis el refrán: ‘Médico, cúrate a ti mismo’, y me diréis: ‘Lo que oímos que hiciste en Cafarnaún, hazlo también aquí, en tu propia tierra.’

24. Y siguió diciendo:–Os aseguro que ningún profeta es bien recibido en su propia tierra.

25. Verdaderamente había muchas viudas en Israel en tiempos del profeta Elías, cuando no llovió durante tres años y medio y hubo mucha hambre en todo el país.

26. Sin embargo, Elías no fue enviado a ninguna de las viudas israelitas, sino a una de Sarepta, cerca de la ciudad de Sidón.

27. También había en Israel muchos enfermos de lepra en tiempos del profeta Eliseo, pero ninguno de ellos fue sanado, sino Naamán, que era de Siria.

28. Al oir esto, todos los que estaban en la sinagoga se llenaron de ira.

29. Se levantaron y echaron del pueblo a Jesús. Lo llevaron a lo alto del monte sobre el que se alzaba el pueblo, para arrojarle abajo.

30. Pero Jesús pasó por en medio de ellos y se fue.

31. Llegó Jesús a Cafarnaún, un pueblo de Galilea, y los sábados enseñaba a la gente;

32. y se admiraban de cómo les enseñaba, porque hablaba con plena autoridad.

33. En la sinagoga había un hombre que tenía un demonio o espíritu impuro que gritaba con fuerza:

34. –¡Déjanos! ¿Por qué te metes con nosotros, Jesús de Nazaret? ¿Has venido a destruirnos? Yo te conozco: ¡Sé que eres el Santo de Dios!

35. Jesús reprendió a aquel demonio diciéndole:–¡Cállate y deja a ese hombre!Entonces el demonio arrojó al hombre al suelo delante de todos y salió de él sin hacerle ningún daño.

Lucas 4