Lucas 12:8-24 Dios Habla Hoy con Deuterocanónicos Versión Española (DHHED)

8. “Os digo que si alguien se declara a favor mío delante de los hombres, también el Hijo del hombre se declarará a favor suyo delante de los ángeles de Dios;

9. pero el que me niegue delante de los hombres, será negado delante de los ángeles de Dios.

10. “Dios perdonará incluso a aquel que diga algo contra el Hijo del hombre, pero no perdonará al que con sus palabras ofenda al Espíritu Santo.

11. “Cuando os lleven a las sinagogas o ante los jueces y las autoridades, no os preocupéis por cómo tenéis que defenderos o qué tenéis que decir;

12. porque en el momento en que hayáis de hablar, el Espíritu Santo os enseñará lo que habéis de decir.”

13. Uno de entre la gente dijo a Jesús:–Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia.

14. Jesús le contestó:–Amigo, ¿quién me ha puesto sobre vosotros como juez o partidor?

15. También dijo:–Guardaos de toda avaricia, porque la vida no depende del poseer muchas cosas.

16. Entonces les contó esta parábola: “Había un hombre rico, cuyas tierras dieron una gran cosecha.

17. El rico se puso a pensar: ‘¿Qué haré? ¡No tengo donde guardar mi cosecha!’

18. Y se dijo: ‘Ya sé qué voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes en los que guardar toda mi cosecha y mis bienes.

19. Luego me diré: Amigo, ya tienes muchos bienes guardados para muchos años; descansa, come, bebe y goza de la vida.’

20. Pero Dios le dijo: ‘Necio, vas a morir esta misma noche: ¿para quién será lo que tienes guardado?’

21. Eso le pasa al hombre que acumula riquezas para sí mismo, pero no es rico delante de Dios.”

22. Después dijo Jesús a sus discípulos: “Por tanto os digo: No estéis preocupados por lo que habéis de comer para vivir, ni por la ropa con que habéis de cubrir vuestro cuerpo.

23. La vida vale más que la comida, y el cuerpo, más que la ropa.

24. Fijaos en los cuervos: no siembran, ni siegan, ni tienen almacén ni granero. Sin embargo, Dios les da de comer. ¡Cuánto más valéis vosotros que las aves!

Lucas 12