17. “Israel es como una oveja perdida, perseguida por leones. Primero lo devoró el rey de Asiria; después, Nabucodonosor, rey de Babilonia, le royó los huesos.
18. Por eso yo, el Señor todopoderoso, el Dios de Israel, digo: Voy a castigar al rey de Babilonia y a su país, como hice con el rey de Asiria.
19. Haré que Israel vuelva a su tierra; y como una oveja, tendrá pastos abundantes en el Carmelo, en Basán, en la región montañosa de Efraín y en Galaad.
20. Yo, el Señor, afirmo: En aquel tiempo, Israel y Judá estarán libres de culpas y pecados, porque yo perdonaré a los que deje con vida.