1. Cuando decidieron enviarnos a Italia, Pablo y los otros presos fueron entregados a un centurión que se llamaba Julio, del batallón llamado del Emperador.
2. Nos embarcamos, pues, en un barco del puerto de Adramitio que estaba a punto de partir para los puertos de la provincia de Asia. Se encontraba también con nosotros Aristarco, de Tesalónica, ciudad de Macedonia.