1. Por eso, mientras todavía contamos con la promesa de entrar en ese reposo de Dios, debemos tener cuidado, no sea que alguno de vosotros no lo logre.
2. Porque también a nosotros se nos anunció la buena noticia, lo mismo que a ellos; pero a ellos no les sirvió de nada el oirla, porque no se unieron por la fe a los que habían obedecido al mensaje.