24. Como unos tres meses después, vinieron a decirle a Judá:–Tamar, tu nuera, se ha acostado con otros hombres, y como resultado de ello ha quedado embarazada.–¡Sacadla y quemadla! –gritó Judá.
25. Pero cuando la estaban sacando, ella envió a decir a su suegro: “El dueño de estas cosas es el que me ha dejado embarazada. Mira a ver de quién son este sello con el cordón, y este bastón.”
26. Cuando Judá reconoció las cosas, dijo: “Ella ha hecho bien y yo mal, porque no la casé con mi hijo Selá.” Y nunca más volvió a acostarse con ella.
27. El día en que Tamar dio a luz, tuvo mellizos.
28. En el momento de nacer, uno de ellos sacó la mano. Entonces la partera le ató un hilo rojo en la mano y dijo: “Este salió primero.”