5. Por eso, recuerda de dónde has caído, vuélvete a Dios y haz otra vez lo que hacías al principio. Si no, iré a ti y quitaré tu candelabro de su lugar, a menos que te vuelvas a Dios.
6. Sin embargo, tienes a tu favor que odias los hechos de los nicolaítas, los cuales yo también odio.
7. ¡Quien tiene oídos, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias! A los vencedores les daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios.’