1. Ahora, hermanos, en cuanto al regreso de nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con él, os rogamos
2. que no cambiéis fácilmente de manera de pensar ni os dejéis asustar por ningún mensaje espiritual, discurso o carta que recibáis, como si fuera nuestra, diciendo que el día del Señor ya ha llegado.