17. Entonces Naamán dijo:–En ese caso permite que me lleve dos cargas de mula de tierra de Israel; porque este servidor tuyo no volverá a ofrecer holocaustos ni sacrificios a otros dioses, sino al Señor.
18. Solamente ruego al Señor que me perdone una cosa: que cuando mi soberano vaya a adorar al templo de Rimón, y se apoye en mi brazo, y yo tenga que arrodillarme en ese templo, que el Señor me lo perdone.
19. Eliseo le respondió:–Vete tranquilo.Naamán se fue de allí, y ya iba a cierta distancia, cuando