5. a que sean templadas, castas, que tengan buen cuidado de la casa, excelentes, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.
6. Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean templados;
7. mostrándote en todo por ejemplo de buenas obras; en doctrina haciendo ver integridad, seriedad, pureza,
8. palabra sana, e irreprensible; que el adversario se avergüence, no teniendo ningún mal que decir de vosotros.
9. Exhorta a los siervos a que sean sujetos a sus señores, que agraden en todo, no respondones;
10. en nada defraudando, antes mostrando toda buena lealtad, para que adornen en todo la doctrina de nuestro Salvador Dios.
11. Porque la gracia de Dios que trae salvación, se manifestó a todos los hombres.
12. Enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo templada, justa, y píamente,
13. esperando aquella esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Jesús el Cristo.