San Lucas 2:7-27 Biblia del Jubileo (JBS)

7. Y dio a luz a su hijo primogénito, y le envolvió en pañales, y le acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.

8. Y había pastores en la misma tierra, que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño.

9. Y he aquí el ángel del Señor vino sobre ellos, y la claridad de Dios los cercó de resplandor; y tuvieron gran temor.

10. Mas el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy evangelio de gran gozo, que será a todo el pueblo;

11. que os es nacido hoy Salvador, que es Cristo, el Señor, en la ciudad de David.

12. Y esto os será por señal: hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre.

13. Y repentinamente hubo con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, que alababan a Dios, y decían:

14. Gloria en las alturas a Dios, Y en la tierra paz, y en el hombre buena voluntad.

15. Y aconteció que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores dijeron los unos a los otros: Pasemos pues hasta Belén, y veamos esto que ha acontecido, y el Señor nos ha mostrado.

16. Y vinieron aprisa, y hallaron a María, y a José, y al niño acostado en el pesebre.

17. Y viéndolo, hicieron notorio lo que les había sido dicho del niño.

18. Y todos los que oyeron, se maravillaron de lo que los pastores les decían.

19. Mas María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.

20. Y se volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios de todas las cosas que habían oído y visto, como les había sido dicho.

21. Y pasados los ocho días para circuncidar al niño, llamaron su nombre JESÚS; el cual le fue puesto por el ángel antes que él fuera concebido en el vientre.

22. Y cuando se cumplieron los días de su purificación, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor,

23. (Como está escrito en la ley del Señor: Todo varón que abriere la matriz, será santo al Señor),

24. y para dar la ofrenda, conforme a lo que está dicho en la ley del Señor: un par de tórtolas, o dos palominos.

25. Y he aquí, había un hombre en Jerusalén, llamado Simeón, y este hombre, justo y pío, esperaba la consolación de Israel; y el Espíritu Santo era sobre él.

26. Y había recibido respuesta del Espíritu Santo, que no vería la muerte antes que viera al Cristo del Señor.

27. Y vino por el Espíritu al templo. Y cuando sus padres trajeron al niño Jesús al Templo, para hacer por él conforme a la costumbre de la ley.

San Lucas 2