12. Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?
13. Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se allegará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
14. Y oían también todas estas cosas los fariseos, los cuales eran avaros, y se burlaban de él.
15. Y les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; pero Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación.
16. La ley y los profetas hasta Juan; desde entonces el Reino de Dios es anunciado, y quienquiera se esfuerza a entrar en él.
17. Pero más fácil cosa es pasar el cielo y la tierra, que frustrarse una tilde de la ley.
18. Cualquiera que repudia a su mujer, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada del marido, adultera.