23. Así salvó el SEÑOR a Israel aquel día. Y llegó el alcance hasta Bet-avén.
24. Pero los varones de Israel fueron puestos en apuro aquel día; porque Saúl había conjurado al pueblo, diciendo: Cualquiera que comiere pan hasta la tarde, hasta que haya tomado venganza de mis enemigos, sea maldito. Y todo el pueblo no había gustado pan.
25. Y aquel ejército de toda la tierra llegó a un bosque, donde había miel en la superficie del campo.
26. Entró, pues, el pueblo en el bosque, y he aquí que la miel corría; mas ninguno hubo que llegara la mano a su boca; porque el pueblo temía el juramento.