1. Señor, tú nos has sido refugio de generación en generación.
2. Antes que nacieran los montes y formaran la tierra y el mundo, y desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.
3. Vuelves al hombre hasta ser quebrantado, y dices: Convertíos, hijos de Adán.
4. Porque mil años delante de tus ojos, son como el día de ayer, que pasó, y como la vela de la noche.