1. Con mi voz clamé a Dios, a Dios clamé, y él me escuchó.
2. Al Señor busqué en el día de mi angustia; mi llaga desangraba de noche y no cesaba; mi alma no quería consuelo.
3. Me acordaba de Dios, y gritaba; me quejaba, y desmayaba mi espíritu. (Selah.)
4. Tenías los párpados de mis ojos abiertos; estaba yo quebrantado, y no hablaba.
5. Consideraba los días desde el principio, los años de los siglos.