4. Cantad al SEÑOR sus misericor-diosos, y celebrad la memoria de su santidad.
5. Porque un momento hay en su furor; mas en su voluntad está la vida: por la tarde durará el lloro, y a la mañana vendrá la alegría.
6. Y dije yo en mi prosperidad: No seré jamás conmovido;
7. porque tú, SEÑOR, por tu benevolencia has asentado mi monte con fortaleza. Escondiste tu rostro, fui conturbado.