18. Afligieron sus pies con grillos; en hierro fue puesta su alma.
19. Hasta la hora que llegó su palabra, el dicho del SEÑOR le purificó.
20. Envió el rey, y le soltó; el señor de los pueblos, y le desató.
21. Lo puso por señor de su casa, y por enseñoreador en toda su posesión;
22. para echar presos sus príncipes como él quisiera, y enseñó sabiduría a sus ancianos.
23. Después entró Israel en Egipto, y Jacob fue extranjero en la tierra de Cam.
24. Y multiplicó su pueblo en gran manera, y lo hizo más fuerte que sus enemigos.
25. Volvió el corazón de ellos para que aborrecieran a su pueblo, para que pensaran mal contra sus siervos.