26. El sacerdote que la ofreciere por el pecado, la comerá; en el lugar santo será comida, en el atrio del tabernáculo del testimonio.
27. Todo lo que en su carne tocare, será santificado; y si cayere de su sangre sobre el vestido, lavarás aquello sobre lo que cayere, en el lugar santo.
28. Y el vaso de barro en que fuere cocida, será quebrado; y si fuere cocida en vaso de bronce, será fregado y lavado con agua.
29. Todo varón de entre los sacerdotes la comerá: es cosa santísima.
30. Mas no se comerá de la expiación de pecado alguna, de cuya sangre se haya llevado al tabernáculo del testimonio para reconciliar en el santuario: al fuego será quemada.